Conforme a un entendimiento crítico-transformador, los Derechos Fundamentales no pueden dejar de hacerse (realizarse) de forma permanente y renovada, porque a ello les lleva la realidad y su propia identidad. La unidad jurídica intrínseca y las dos dimensiones en que cada Derecho Fundamental consiste, es algo más que una unidad simplemente objetiva o meramente específica, es una unidad vital e histórica. Se va haciendo de forma continuada (o prosigue haciéndose la inicial), debido al desenvolvimiento (Entfaltung) de la dimensión objetiva de cada Derecho establecida a favor de la pretensión de tutela (Schutzanspruch) subjetiva.